Del aroma al recuerdo: cómo los olores construyen emociones
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Hay aromas que no solo aromatizan el aire: lo llenan de memorias. Basta una fragancia para transportarnos a un momento, una persona o un lugar que creíamos olvidado.
La aromacología, ciencia que estudia la relación entre el aroma y las emociones, explica que el olfato está directamente conectado con el sistema límbico —la zona del cerebro donde habitan la memoria y los sentimientos—. Por eso, cada aroma es un puente emocional.
La memoria olfativa: el poder de un instante
Todos tenemos un aroma que nos pertenece: el olor del pan recién hecho, la lavanda del hogar, el incienso del altar, el perfume de alguien especial.
Estos recuerdos se almacenan sin que nos demos cuenta y, con solo volver a percibirlos, reviven sensaciones intensas.
Aromatyx se inspira en esta conexión para crear experiencias sensoriales únicas, diseñadas para que cada espacio tenga su propia historia.
Aromas que evocan, conectan y sanan
El Room Fragrance de copal, por ejemplo, no solo aromatiza: invita a la introspección.
Su fragancia, asociada a la limpieza espiritual y a la calma, se usa desde épocas prehispánicas para proteger el hogar y conectar con la memoria ancestral.
Por su parte, las velas de cera de soya, como la de mandarina, llenan el ambiente de energía cítrica y optimismo, ideales para acompañar los rituales cotidianos y elevar el ánimo.
Aromaterapia emocional: bienestar a través del aire
Los productos de Aromatyx no solo son decorativos: están diseñados para influir en el bienestar mental y emocional.
El simple acto de encender una vela o rociar una fragancia puede modificar la energía del entorno, ayudando a crear ambientes acogedores y equilibrados.
La aromaterapia no es solo una tendencia, es una forma moderna de autocuidado.
Cada aroma cuenta una historia. Algunos nos recuerdan quiénes fuimos; otros nos inspiran a construir nuevos recuerdos.
En Aromatyx, creemos que el bienestar no se compra: se respira, se siente y se recuerda.